viernes, 4 de febrero de 2011

Mis habitantes

No por dónde mirar.

Mi sangre avanza, un lugar, otro.

Mi mente corre, sin parar.

¿
Despertarse?

Sueño. vivo soñando.

Esencia. Esencia. Inmortalidad. El tiempo del Sol. La eternidad de las Estrellas.

Despertarse?

¿
Con cuantos ojos observo el mundo?

Una máquina.
Acciono, elijo; no me acuerdo por qué, ni cómo

¿Qué dije ayer?

¿
Qué me prometì?

Era solo una promesa, un estado, un pensamiento, una emoción.

Una. ¿De cuál parte de mí nació?

Despertarse.

Una máquina sonando.
Actúo, repito, no me acuerdo qué.

¿
Que cuerpo resiste a todos sus habitantes?

¿
Cuál se ve en espejo?

martes, 28 de septiembre de 2010

La casa piel de naranja

La ví una sola vez.

Una calle, negra

en pleno sol primaveral.

Dos mesitas en la vereda de enfrente,

mesitas cuadradas bajo unas sombrillas,

una pared roja, unas letras “BAR”.


Estaba sola, sentada, tomando un café.

?El café de siempre?

Stretto, con mucho azucar, tazita caliente”.

Le gustaba olerlo,

revolver con la cucharita,

cerrar sus ojos y respirar.

Varias veces la ví volar,

liviana y azarosamente como una valiente hoja amarilla

que de su rama otoñal se desprende

para buscar nueva savia entre los aullidos del viento.


Sentada.


Todavía no tomó el café.


Está pensando en algo, por ahí piensa en mí, en mis ojos, en mis caricias...?voy para allá? Voy y le digo...voy y la miro y...no, mejor no, mejor me quedo acá invisible”.


Y me quedé.

Inmovil en la vereda,

Parado.


Otros caminaban,

pasaban,

charlaban,

no me veían y yo,

mendigo temeroso,

buscaba mi brujula

en esta inmensa relojería de caras, cejas, pechos, piernas

que se movían latiendo

según los golpecitos de sus piés que,

delicadamente,

ritmaban mi sangre,

mis parpados,

mi mundo.


Hubiera querido ir allá y confesarle:


todavía te quiero,

no te vayas,

me equivoqué,

quiero crecer contigo”.


Pero no pude dejar esa vereda,

no pude tocar esa pollerita de flores blancas y bailar con ella, juntos;

tenía miedo de violar su pureza,

de ensuciarla con mi piel corrupta,

de dejarla desnuda entre mis crudas fantasías.


Así que quedé ahí,

en una sagrada contemplación

hecha piedra y temor.


Hasta que un relampago iluminó su mirada,

un sutíl brillo rebotó entre las sombrillas y esas mesitas cuadradas

y desapareció en su pecho,

el pecho de otro,

el pecho velludo de un mono,

mono de agua,

con dos brazos de ombú,

y nudos, y huesos, y dedos.

Y pelos,

pelos como astillas de ebano en un rostro marcado,

como malezas esteparias en un dorso corazado,

como negras branqueas en un pulmon armado.

Y se le acercó,

se sentó a lado de ella y su boca

excesiva y arrugada

la mordió en el centro mismo de esa cara divina que,

transmutada,

mostró sus dientes

para defenderse y atacar ese molde de madera.


No puede ser,

no sos vos,

no sos vos la que toca esta bestia;

no es tu mano la que desea esta corteza epidermica,

no es tu boca la que está pidiendo más,

está pidiendo más delante de mí,

delante de mí;

delante de mi alma tan respetuosa de todas tus necesidades,

tan enamorada de todas esas virtudes y debilidades con que vos,

angel creador,

me pintaste

en el medio de tu fragil

y delicado mar.

Pero hoy te descubro,

angel exterminador de sueños,

estuviste escondida timidamente

y ahora este pulpo asesino te muestra a mí

así como sos

en tu mundo sin aire.

Hoy te conozco,

por primera vez te veo,

monstruo marino!!


Gritaron por la calle,

gritaron por la calle campanas,

gritaron su nombre

y lo repitieron por todas partes

hasta que mis oídos rehusaron esa maldita palabra

y sus letras,

un tiempo sagradas,

cayeron muertas por la vereda;

sin agua se secaron,

una por una

colgando de mis pelos

se estrellaron

contra el cemento que me mantenía todavía en pié.


Y esa marea

de corbatas y polleras y camisas

empezó a subir

y sin darme cuenta

nadaba para sobrevivir;

fuerzas inalcanzables me obligaban de un lado a otro del mundo

y cuando dí una vuelta completa a este esteril planeta de imagenes e ideas

estaba otra vez ahí,

nadando en esta vereda;

ella no se dió cuenta de nada,

ní de mí,

ní de mi barquito chiquito y sin vela:

estaba segura

y feliz

en su nuevo puerto.


Y un grito diabolico me sacó del barquito

y me tiró al agua;

y morí.


Morí mirando

y esa marea de muertos

me agarró por la lengua y las uñas

y se llevó mis ojos

por unas calles,

unos puentes,

unas paredes,

muchos colores,

mucho negro,

mucho rojo y blanco,

y luces, voces, ruidos, coches, ruedas, ladrillos, arboles, miradas

hasta que llegué,

por fin me senté;


Y estaba en un jardín frente a una casa

color crema piel de naranja.

Había silencio,

ní una voz,

ní un pajaro,

no veía mi craneo

que permanecía mudo y sordo.


Ella no estaba,

solo mis manos,

mi pecho,

mis piernas

y una casa,

y un jardín,

virgen, inexplorado,

mucho verde,

mucho amarillo,

y podía respirar

y mirar

y no había calles.


De repente libre,

sin saber y sin memoria,

una sonrisa sencilla

y sin razón.

viernes, 10 de septiembre de 2010

Pregunta.

"Por qué, en pocos segundos, un tìtere puede lograr lo que al actor le llevarìa un tiempo mas prolongado de tiempo?"
Pregunta Bufano.

Porque simplifica el mundo, lo sintetiza, lo condensa.
Trascende lo cotidiano deconstruyendolo en fragmentos , gestos, miradas extranas que en su naturaleza muerta nos sorprenden fragiles, sin defensa frente a esa humanidad onirica.

jueves, 9 de septiembre de 2010

el tìtere segun javier

"El titere naciò el primer amanecer, cuando el primer hombre viò por primera vez su propria sombra y descubriò que era él y al mismo tiempo no era él. Por eso el tìtere, al igual que su sombra, vivirà con él y morirà con él"

Javier Villafane

jueves, 12 de agosto de 2010

Escuchando BB

Soy un mono,

vivo en paz, en una celda, con una pelota.
Mi negro sombrero,
quisiera sacarlo.

Me presento?

Un dìa llegaré,
ahora no puedo.

sábado, 7 de agosto de 2010

Viaggio attraverso lo specchio

"Quando mi servo di una parola" rispose con tono piuttosto sprezzante, Humpty Dumpy "quella parola significa quello che pare e piace a me, né più né meno".
"Il problema è" insisté Alice "se lei può dare alle parole dei significati così differenti"
"Il problema è" tagliò corto Humpty Dumpy "chi è il PADRONE? Ecco tutto."

Carroll

Baudelaire, Baudelaire




Y estaba persuadido, cuando me miraba en el espejo, desnudo, que era inmortal.

Rivera